“Te voy llevando a lugar
donde al mirarte a la cara
no te digan como nombre
lo de “indio de pata rajada”
sino que te den parcela
muy medida y muy contada”
Gabriela Mistral
1
Tuvimos nuestra primera reunión
comunitaria para ver entre todos el destino de la biblioteca y de la casa. La convocatoria fue
difícil porque sumado al aislamiento natural y la escasez de medios de
transporte, extrañas coincidencias se confabularon en contra de la difusión; el
teléfono de la radio comunal siempre estuvo ocupado y se programaron entregas
de notas para los padres de la escuela de Montegrande en dos aldeas distantes a
la misma hora que la
reunión. Pero el pueblo nunca fue leso; llegaron los
precisos, representantes de grupos y organizaciones sociales del Valle. Un
variopinto conjunto de personas se apiñó en nuestro taller-auditorio y no fue tímido.
Es un desafío hermoso trabajar en una comunidad tan diversa. Yo siempre digo
que en el valle vive pura gente especial, muchos renunciantes al sistema,
lindos y soñadores que se mezclan entre los locales, un pueblo de montaña,
habituado a la dureza, estoico e impenetrable, aferrado a una dignidad que
reluce ancestral a pesar de los pisotones.
La integración y desarrollo
respetuoso de estas diversidades es uno de los objetivos de MonteGabriela. No
siempre es fácil. Una historia de despojo, en la que los locales han tenido que
observar impotentes cómo los “afuerinos” se adueñan de todo, mientras ellos son
escondidos en la población -la “Villa MonteGabriela ”- detrás del cerro y al lado
del cementerio. Por su parte, los afuerinos también son discriminados, su único
valor reside en el poder monetario que traigan, generalmente vinculados al desarrollo
turístico que prolifera en el valle. Pero la biblioteca está abierta para
locales y afuerinos. Más aún, está abierta para viajeros y turistas. Nuestro
desafío es ser ese espacio público y necesario que no distingue sino para
potenciar.
Nos pusimos de acuerdo en cuanto a las razones que le dan sentido a tener y conservar una biblioteca en Montegrande. La primera razón es que la biblioteca garantiza el acceso libre y gratuito a
Desde mi punto de vista, el atropello
a los deseos póstumos de los más laureados poetas chilenos es una deuda cultural
e intelectual incalculable. El patrimonio de los poetas no tiene que ver con
las cosas que dejaron tras de sí, sino con el pensamiento que desarrollaron y
con la belleza que rescataron para la humanidad. Hacer
de Neruda un bohemio glotón y mujeriego y de Mistral una solterona amargada y
divina son arrebatos al pueblo de lo que viene y es del pueblo. Rasgar
vestiduras por la mala calidad de la educación también me parece una hipocresía
teniendo el tesoro de poetas que tenemos. Poetas que no leemos. Y si los
leemos; no los entendemos. Y si los entendemos; los dejamos en el cajón de los
iniciados. No los aprovechamos para mejorar la calidad de nuestra educación, no
hacemos de ellos materia de uso, quizá por temor a que se manchen, a que nos
manchen.
2
Mientras escribía esa crónica
apurada de lo que ocurrió el día de la reunión, recibí la visita de un
carabinero en servicio. Venía a verificar si era cierta la denuncia de que habíamos
convocado a una protesta; se fue desilusionado. Después llegó un ruidoso grupo
de niños de primero básico que exigieron la lectura de un cuento. Media hora
después, desde el almacén del frente, escuché la noticia por la radio; el
Seremi de BBNN confirmaba que el inmueble en disputa será entregado a la JUNJI
y que en su lugar se proyecta, gracias a una inversión desorbitante, un jardín
de metodología mistraliana. Justificó la medida anunciando que en la comuna de
Paihuano faltan 100 matrículas para párvulos, lo que unos minutos después fue
desmentido por el concejal de educación. Por la radio se habló de “la ex biblioteca
pública”.
El día lunes comienza con la visita ilustre del Seremi, el señor Gonzalo Chacón Larraín. Vino a decirnos personalmente que nos tomáramos nuestro tiempo para el cambio, que no nos preocupáramos de nada. Nos dijo que la carta que nos había enviado anunciándonos el desalojo en cinco días era una cuestión formal. De pasada fue a conocer
Cuando se despidió, su rostro había
mutado de la profunda convicción hacia la punzante duda. A efectos de no perder
la cara, es recomendable que el servidor público conozca de antemano los
efectos de sus decisiones. Son las reglas básicas del buen regir.
Alejandra del Río
Jefa de la Biblioteca MonteGabriela
Montegrande 17 de junio del 2013