Este es el posteo más triste de estos días. Desde ayer los niños y niñas de la escuela Gabriela Mistral de Montegrande tienen prohibido venir en horario de colegio a la biblioteca.
A los 7mos con taller de telar, los 2dos y 4tos con su plan de reforzamiento lecto-escritor y los niños y niñas internados que venían por las tardes a jugar pin pon, buscar libros, hacer papel, escribir y navegar en internet se les ha suspendido la venida a la biblioteca por razones vagas que van desde que el ministerio ordenó que sólo los profesores titulares impartieran la materia hasta que tienen que preparar el aniversario del colegio. En todo caso no se nos ha dado ninguna explicación oficial. Simplemente la dirección de la escuela decidió abortar el proyecto que fue solicitado, en el caso de los 3 grupos de niños, por ella.
Para qué me voy a quejar en público y denunciar lo que es evidentemente una pésima práctica pedagógica. Una falta de respeto. Para qué les voy a contar lo enrabiada y triste que estoy. ¿Contarles lo amargo que es no poder acompañarlos hasta el final de sus procesos creativos? Íbamos tan bien...
Pero estamos en provincia y ad portas de una elección municipal. Todos quieren sacar partido y aumentar sus votos a costa de cualquier fata morgana, de cualquier pellejería. Nosotros estamos en medio, los niños y niñas están en medio. El pisoteo aquí es de rey a paje y parece que no hay esperanza de que las prácticas en este rinconcito del mundo sean realmente una excepción a la regla.
Tenemos mucho que hacer los maestros y educadores para hacer algo por "la dignificación del pueblo pequeño" como pedía nuestra Gabriela.
Por lo pronto, lo único que sé por el correo de las brujas es que muchos de los niños han protestado ante la medida, lo único que quieren es que pase luego el 28 de octubre para que los dejen volver a su biblioteca MonteGabriela.